La educación patrimonial: una necesidad urgente para proteger y gestionar el patrimonio en un mundo cada vez más complejo
En un contexto regional marcado por la limitada educación financiera y las crecientes complejidades fiscales, legales y económicas, el reconocido experto en estructuración patrimonial, Juan Cruz Acosta Güemes, lanza una advertencia crucial: la educación financiera, aunque esencial, ya no es suficiente para garantizar la adecuada administración y protección de los activos personales, empresariales y familiares.
Desde la Gerenciadora de Patrimonios FDI, Acosta Güemes subraya la importancia de adoptar un enfoque más amplio, al que denomina "educación patrimonial", y exhorta a individuos, familias y empresas a adquirir este conocimiento y compartirlo en sus entornos.
Más allá de la educación financiera
“La educación financiera es imprescindible y aborda aspectos fundamentales como el ahorro, la inversión y la gestión de deudas. Pero en el mundo actual, marcado por la globalización del patrimonio y regulaciones cada vez más estrictas, no basta con saber manejar las finanzas personales. Es crucial comprender cómo estructurar, proteger y transferir el patrimonio de manera eficiente. A eso le llamo educación patrimonial”, afirma el especialista.
La educación patrimonial no solo incluye herramientas para optimizar los ingresos y activos familiares, sino también estrategias avanzadas como la planificación sucesoria, la creación de estructuras de protección patrimonial (fideicomisos y trusts) y la optimización tributaria. Estas prácticas resultan especialmente relevantes en Latinoamérica, donde las familias enfrentan desafíos adicionales debido a la inestabilidad económica y política.
Un llamado a la acción
Acosta Güemes insta a gobiernos, instituciones educativas y empresas a incorporar la educación patrimonial en sus programas de formación. Además, destaca el potencial de las plataformas digitales y redes sociales como medios para democratizar el acceso a este conocimiento, asegurando que más personas puedan proteger su futuro y el de sus familias.
El especialista enfatiza que esta transición no es simplemente un paso evolutivo, sino una transformación esencial en un entorno cada vez más desafiante.
La importancia del asesoramiento integral
Junto con la educación patrimonial, Acosta Güemes resalta la necesidad de un asesoramiento confiable y coordinado. “Es fundamental contar con asesores que no solo posean un sólido conocimiento en su área, sino que trabajen en equipo con expertos de otras disciplinas. No se concibe que el abogado de la familia desconozca lo que está haciendo el asesor financiero o que el contador ignore la planificación patrimonial. Esta falta de coordinación genera grandes dolores de cabeza”, señala.
Según el experto, la combinación de educación patrimonial y asesoramiento integral en equipo es la clave para que las familias logren estructurar, proteger y transferir exitosamente sus patrimonios a las futuras generaciones.
Un futuro patrimonial más seguro
En un mundo donde la incertidumbre económica y las regulaciones impositivas son cada vez más desafiantes, la educación patrimonial no solo se presenta como una herramienta útil, sino como una necesidad urgente para garantizar el bienestar y la estabilidad financiera a largo plazo.
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