De la oscuridad a la luz: La historia de J.R.D. y la justicia alcanzada
Tras la condena de cinco jóvenes por abuso sexual, J.R.D. comparte su viaje de sanación y su decisión de ayudar a otros a través de la enfermería. Reflexiona sobre su experiencia instando a otras víctimas a confiar en la justicia y buscar apoyo.
Tras conocerse la condena a cinco jóvenes por “Abuso sexual con acceso carnal”, la víctima -cuyas iniciales son J.R.D.- rompió el silencio público que mantuvo desde el 16 de noviembre de 2019, cuando se produjo el lamentable hecho en Villaguay que la marcó para siempre.
Al ser entrevistada por El Once de Paraná, se mostró “conforme con la decisión de la justicia, después de tantos años de lucha y de pelearla para protegerme a mí misma y a mi familia”. E.M.Y. de 27 años recibió una pena a siete años de prisión de cumplimiento efectivo, mientras que J.F.Y. de 22, M.M.D.H. de 27, F.C. de 27 y S.T. de 27 años deberán pasar seis años en la cárcel. Según trascendió, uno de ellos ya está detenido, ya que tiene una causa por un caso similar en su provincia, Santa Fe, en tanto que el resto permanece en libertad, bajo reglas de conducta, hasta que la sentencia quede firme.
Fueron cinco largos años hasta el martes, cuando se leyó el fallo condenatorio del vocal de la Cámara Penal de Concepción del Uruguay, Rubén Chaia, por eso la joven agradece a sus abogados María Eugenia Nieves y Lucio Hernán Salisky, al igual que a quienes la representaron al comienzo del proceso, “porque tuvieron que pelearla contra el fiscal (en alusión a Mauro Quirolo), que siempre puso muchas trabas y no quería elevar la causa a juicio”.
Pese a haber sido la víctima de una violación en manada, la joven que ahora tiene 27 años sostiene que primero pesó sobre ella la “condena social” por denunciar a sus abusadores. “En el pueblo nos hicieron la vida imposible: no nos creían, porque provengo de un nivel social medio bajo y ellos son chicos de plata, entonces y siempre me decían que me lo merecía”, afirmó. Oriundos de Santa Fe, los agresores se encontraban radicados en la ciudad ya que eran estudiantes de la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría que se dicta en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
J.R.D. recomendó a otras víctimas de abuso “que nunca se callen, que confíen en la justicia y en los abogados, porque el camino es difícil, pero tarde o temprano llega la condena”. Mientras afronta un tratamiento psicólogo por los aberrantes que sufrió esa madrugada de hace casi cinco años, está esperanzada en “poder dar vuelta la página”, porque el fin de juicio representó para ella “un antes y un después, el poder ver la luz y vivir de otra manera, porque se hizo justicia”. “Ahora, podemos levantar la cabeza”, afirmó con seguridad.
En adelante, proyecta estudiar la carrera de Enfermería “para ayudar a los demás”. “Quiero seguir con mi vida, formar una familia y no tener miedo a la persona que me toque de compañero; poder vivir cosas que hace cinco años no hacía porque vivía en la oscuridad”, concluyó, dando testimonio de los momentos que debió superar.
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