Convenio entre APER y el Servicio Penitenciario de Entre Ríos para la reinserción social de personas privadas de la libertad
La firma de este acuerdo representa un avance significativo en la construcción de políticas públicas que aborden la problemática penitenciaria desde un enfoque integral, con énfasis en la recuperación y reinserción social de los detenidos.
En una importante iniciativa destinada a fortalecer la reinserción social de personas privadas de la libertad, esta semana se firmó un convenio de colaboración entre el Servicio Penitenciario de Entre Ríos (SPER) y la Asociación Civil de Pastores de Entre Ríos (APER), incluyendo a su rama APER Mujer. El acuerdo busca formalizar y fortalecer el trabajo espiritual y social que realizan pastores y líderes de iglesias en las unidades penales de la provincia.
El acto se llevó a cabo con la presencia del ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia, quien destacó la relevancia de este tipo de acciones para garantizar derechos fundamentales como la libertad de religión, enmarcados en la Constitución Nacional. También participaron el director del SPER, Alejandro Miotti; el presidente de APER, Carlo Schultz; y el tesorero de la asociación, Tito Kuliat, acompañado por Kuliat Esteban.
Además, estuvieron presentes el director general de Relaciones Institucionales de la Gobernación, Leandro Jacobi, y la diputada provincial Mariana Gisela Bentos, quienes han sido impulsores de esta política pública.
Objetivos del convenio
El acuerdo tiene como finalidad mejorar la convivencia y fomentar la reinserción social de los internos a través del acompañamiento espiritual. Este trabajo, que se realiza de manera voluntaria, incluye actividades como asesoramiento personal, talleres y servicios religiosos. La articulación formal que garantiza el convenio permitirá optimizar los recursos y dar mayor alcance a las acciones realizadas en las unidades penales.
Según expresó Alejandro Miotti, “este tipo de programas no solo promueven una mejor calidad de vida para las personas privadas de la libertad, sino que también contribuyen a generar un ambiente de respeto y convivencia dentro de las unidades penitenciarias”.
Por su parte, Carlo Schultz, presidente de APER, subrayó que la labor espiritual y social tiene un impacto significativo en el proceso de transformación personal y reinserción, marcando una oportunidad para que los internos encuentren nuevas perspectivas y desarrollen habilidades que los preparen para su regreso a la sociedad.
Fortalecimiento de derechos y políticas inclusivas
El convenio refuerza el compromiso del gobierno provincial con la implementación de políticas públicas inclusivas y respetuosas de los derechos humanos, garantizando el acceso a la asistencia espiritual como parte de los derechos de las personas privadas de libertad.
Este tipo de iniciativas se suma a los esfuerzos realizados por otras organizaciones y sectores que trabajan en conjunto con el SPER, promoviendo la integración social como un eje clave para reducir los índices de reincidencia y construir una sociedad más justa e inclusiva.
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